La *medicina estética* es una rama de la medicina que se centra en mejorar la apariencia física de los pacientes a través de tratamientos no invasivos o mínimamente invasivos. Estos procedimientos pueden enfocarse en el rejuvenecimiento facial, corporal y de la piel, ayudando a corregir o mejorar aspectos estéticos sin necesidad de una cirugía mayor. Entre los tratamientos más comunes de la medicina estética se incluyen:

Toxina botulínica (Botox): Se usa para reducir las arrugas faciales, principalmente en la frente y alrededor de los ojos.

Rellenos dérmicos: Utilizados para aumentar el volumen en ciertas áreas del rostro (como labios o pómulos) o para suavizar líneas y arrugas.

Peelings químicos: Tratamientos que exfolian la piel, eliminando capas dañadas para mejorar la textura y el tono de la piel.

Mesoterapia: Inyecciones de vitaminas, enzimas, hormonas o ácido hialurónico para mejorar la piel o reducir grasa localizada.

Tratamientos para la celulitis: y la grasa localizada, como la criolipólisis o radiofrecuencia.

Este campo se centra en ofrecer resultados naturales con un tiempo de recuperación mínimo, buscando mejorar la autoestima y el bienestar de los pacientes.